El dolor cual sea,  es una experiencia totalmente personal que constituye una de las principales preocupaciones del hombre.  No podemos sentir exactamente lo mismo que otra persona. En todo el cuerpo tenemos pequeños  sensores  que  nos  alertan  si  algo no está bien. El dolor es molesto, pero también es muy útil para saber que algo no está bien. Hoy escribiremos un poco del angustioso dolor dental,  causa más frecuente por la que los pacientes acuden a la clínica dental. Es considerado el segundo dolor más intenso del cuerpo junto con los riñones, siendo el primero el parto. Los odontólogos somos muy recordados en la mesa por ese diente que le ha venido molestando porque sabe que va a comer y que va a sentir dolor al masticar. Muchas personas no prestan atención cuando se dice que “prevenir es mejor que curar”, pensamos que si no nos duele es porque todo está bien.
La sensación de dolor dentario se origina en los receptores situados en la pulpa (fibras nerviosas) o la dentina. El cemento y el esmalte, son insensibles, de ellos esta conformado un diente o muela.
El dolor puede variar desde ligero a insoportable, puede aparecer de manera espontánea sin que haya estímulos externos, o ante estímulos térmicos (bebidas frías o calientes) o químicos. Puede ser intermitente, con periodos sin dolor, o continuo. Es un tipo de dolor con un amplio margen de variabilidad en sus características y su intensidad.
El dentista, tiene la tarea de identificar si el dolor es dentinario, pulpar, periodontal o en conjunto. Lo primero que buscará el odontólogo para identificar el sitio, es una lesión o una posible causa que afecte al diente entre ellas, la caries, fracturas dentales, restauración en mal estado, la pérdida de un empaste, periodontitis, hipersensibilidad, absceso dental, rechinamiento de dientes (bruxismo), alimento entre los dientes o encías, movimiento de dientes con ortodoncia, erupciones dentales, hay veces que se debe a problemas de oído, ataque cardíaco, sinusitis, enfermedades de la garganta, dolores de cabeza, entre otros, ya que muchas veces el paciente no sabe decir qué diente le duele, e indica otra área. En estos casos se complementara con la toma de radiografías.
Pero si usted está en tratamiento con ortodoncia, no se preocupe, el dolor dental se presente después de la cita y  con un analgésico se disminuye.

Los tratamientos más drásticos para el dolor dental, puede ser una extracción o en su caso una endodoncia (Quitar el nervio), y en determinado tiempo cesará el dolor dental, cuando el diente recibe el tratamiento adecuado o al pasar un tiempo, por pereza, miedo, falta de dinero, esta inflamación aguda de la pulpa, muere produciéndose su necrosis.  El odontólogo o médico, recetara algún antibiótico, analgésico y antinflamatorio para combatir  el dolor, dependiendo la causa del dolor. No se automedique y de preferencia no tome en estos casos ácido acetilsalicílico. Es difícil, quizá imposible, vivir y morir sin dolor. Pero si podemos evitarlo y tratarlo a tiempo es lo mejor. El cuidado básico, que incluye hacerse una revisión dos veces en el año, evitaría tener que ir a una cita de emergencia y pagar hasta $8,000 o más para restaurar un diente o tenerlo que extraer.    Si visitar al odontólogo está en la lista de metas que hicimos al comienzo del año todavía queda tiempo. Ser descuidado con nuestros dientes tiene consecuencias que pueden ser evitadas,  más aún aquellas personas que cuentan con un seguro dental no tienen excusa. Recuerden el tratamiento odontológico más económico comienza en casa. Con un simple cambio de conducta a ser preventivos, cepillándose los dientes entre comidas, haciendo uso del hilo dental y de enjuagues bucales se ahorraría mucho. Un tratamiento puede resultar excesivamente costoso. Cuídate y quiérete más, la salud de tus dientes lo valen.

Dra. María Antonieta Cacho Aguirre.
Dr. Juan Arturo Nájera Avila.
 

Especialistas en Ortodoncia y Ortopedia Maxilar